Preguntas que disparan nuestra Renovación

Preguntas que disparan nuestra Renovación

Sin importar los momentos que podamos estar viviendo siempre tendremos la posibilidad de iniciar un cambio una renovación.

Para realizar dicha renovación podemos comenzar por hacernos algunas preguntas. ¿En qué área de mi vida quiero avanzar? ¿Qué cambios debo hacer para hacer más agradable y provechosa mi vida? ¿Qué estímulos me inquietan e intranquilizan más? ¿Qué cambios requiero para ser más feliz y estar más tranquilo?

Si no identificamos qué es lo que debemos cambiar dentro del alma, será difícil lograr algún avance. Lo mismo ocurrirá si somos muy permeables a los estímulos externos, que siempre están presentes en toda existencia humana; pues seremos como un pequeño barco a la deriva, reaccionando de acuerdo al viento que sople.

El desarrollo personal pasa por el despertar de la conciencia, por darse cuenta de cómo nos sentimos con nuestra vida y qué cargamento de emociones andamos trayendo en el alma. Es un detenerse y reflexionar hacia dónde debemos dirigir nuestros esfuerzos para lograr aquello que anhelamos. Si voy hacia el sur, no llegaré si tomo la carretera hacia el norte.

Una recomendación útil es recordar que el desarrollo personal muchas veces implica la muerte de la forma de ser anterior, que fue útil en otro momento, pero que dejó de serlo para el momento presente.

Todas las virtudes nacen de la iluminación de nuestros aspectos oscuros. Ese trabajo de darse cuenta y encender una luz requiere de un proceso que toma tiempo y demanda paciencia, cualidad que nos ayuda a alejar la frustración y a darle paz al alma.

El estado actual del mundo necesita urgentemente personas mejores, que estén dispuestas a cambiar para beneficio propio, y por efecto natural, del género humano. La invitación es a que nos tengamos paciencia y nos amemos en forma íntegra, tanto con nuestros lados iluminados como los oscuros, para que seamos capaces de descubrir lo que necesitamos transformar y llegar a ser una mejor versión de nosotros mismos.


Fuente: IDH YOGAR RAM Monterrey