Actitud hacia la Felicidad

Actitud hacia la Felicidad

¿Tienes una actitud hacia la Felicidad?

El concepto de felicidad en nuestra sociedad parece estar disociado del desarrollo de las virtudes y conductas armónicas, las que son la mayor fuente de paz interior, la base fundamental de la verdadera felicidad.

A diario recibimos tal bombardeo de estímulos consumistas que las personas dedican la vida a lograr su felicidad a través del éxito material para descubrir, después de mucho batallar, que lo que buscaban con tanto ahínco siempre estuvo dentro de ellos mismos.

La felicidad está asociada directamente a la capacidad de amamos, de aceptar nuestra vida tal como es e interpretar nuestra realidad de manera positiva. No son las circunstancias externas las verdaderas causas de la desdicha o la felicidad, ni son tampoco las personas que nos rodean. Somos nosotros mismos los constructores de nuestra realidad de acuerdo a la interpretación que le demos a lo que nos sucede y a las conductas que escojamos a partir de ello.

Recordemos el cuento del niño que lloraba sentado en la vereda de su calle porque se le había caído su moneda al desagüe. Pasó un transeúnte y le dijo: ‘Ya no llores más, aquí tienes una moneda». El niño rompió en llanto. Extrañado, el hombre le preguntó por qué seguía llorando y el niño respondió: «¡Es que si no se me hubiera caído mi moneda, ahora tendría dos!».

Nadie puede ser feliz por nosotros, somos los únicos causantes y responsables de nuestra felicidad pues ella no es algo ajeno, sino algo que se conquista dentro del alma. Es una actitud, una facultad para disfrutar de las pequeñas grandes alegrías e ir asumiendo día a día, de manera valiente y positiva, los retos de la vida.

Cómo ayudarnos

► Buscar y preferir aquello que nos hace sentir bien, lo que nos nutre afectiva y emocionalmente y nos motiva a dar lo mejor de nosotros. Esto resta atención a lo que nos molesta o causa sufrimiento.

La clave de la felicidad no está afuera, ni en la fama, la fortuna, la belleza física ni en el poder material. Está en nuestro interior.

  • Aceptar el medio social donde nos ha tocado vivir y adaptarnos lo mejor posible a él. Para aceptar nuestro medio, primero debemos aceptarnos a nosotros mismos y ser felices con lo que somos y tenemos. Dicha madurez nos asegura vivir más felices.
  • Ser portador de alegría donde vivamos y por donde pasemos. Ser de aquellos que llevan una palabra de aliento, de reconocimiento al esfuerzo, que van por la vida con humor y positivismo. Así ayudaremos a transformar ambientes quejumbrosos y sombríos en luminosos y esperanzadores.
  • Ser agradecidos por todo lo bueno y lo «no tan bueno» que tenemos en nuestra vida. Al agradecer lo bueno y al asumir lo «no tan bueno» como una experiencia de crecimiento sin la cual no habríamos llegado a ser quienes somos, aprendemos a valorar lo que somos.
  • Encontrar el sentido verdadero de nuestra vida y decidir vivir de acuerdo a él. Todo ser humano ha venido a un propósito a esta vida y nuestra tarea es encontrarlo y hacer todos los cambios necesarios para vivir de acuerdo a él. Nadie dijo que iba a ser fácil, pero vale la pena intentarIo pues nos asegura una vida más plena y feliz.

Fuente: IDH YOGA RAM